Residentes de Chapalita

Asociación de Colonos

La Colonia

Bienvenidos

En Chapalita, nació el seminario Mayor de Guadalajara, el día 20 de Noviembre de 1950; Yo fui testigo de este acontecimiento y por 17 años dirigí este plantel levítico. En enero de 1979 estuvo en esta colonia el más ilustre de sus visitantes, su Santidad Juan Pablo II.

Chapalita Ciudad Jardín, 60 Aniversario, un acercamiento a su historia; a nombre de la Iglesia Diocesana de Guadalajara hago público mi recocimiento al afecto entrañable que los vecinos de Chapalita de ayer y de hoy , han manifestado al Seminario, en especial a don José Aguilar Figueroa insigne benefactor de muchas obras religiosas, hospitalarias y educativas para toda Guadalajara y su Zona Metropolitana.

Desde 1945 visitábamos los seminaristas el bosque de Santa Eduviges, con fines deportivos, el Seminario de Guadalajara fue mi casa, y la colonia el ámbito de mi apostolado.

La obra en cuestión coordinada por el periodista e investigador don Guillermo Gómez Sustaita es un acto de estricta justicia, que rescata nombres y fechas importantes para conocer las raíces de Chapalita y su desarrollo en el tiempo, compromete a las generaciones a la salvaguarda y rescate del entorno concebido como ciudad jardín.

Recuerdo con nostalgia sus inicios, cuyo pórtico la desaparecida fuente La Hermana Agua, invitaba a los viandantes a la contemplacíon.

Las viviendas eran pocas, los jardines muchos y los camellones una llamarada de incandescentes rosas ¡Sesenta años resulta ser toda una vida! Quienes llegaron jóvenes, ahora son ancianos y los que crecieron en ella adultos. Uno de ellos el señor Obispo don Miguel Romano Gómez.

Reconozco el esfuerzo de la Asociación de Residentes de Chapalita, A.C. y el de don Guillermo Gómez sustaita redactor de este trabajo. Encomiendo a Santa María de Guadalupe y a Juan Diego, al vecindario de esta colonia para que unidos en la fe conserven la herencia que recibieron en un entorno cristiano fraterno y respetuoso.


Juan Cardenal Sandoval Iñiguez
Arzobispo de Guadalajara.

Introduccion

En 1943 Guadalajara marcó la primera urbanización hacia el poniente con el nacimiento de la colonia Chapalita.

Desde entonces Chapalita ha sido sinónimo de bienstar, orden, planeación, solidaridad y concertación; y ejemplo de comunidad religiosa y entorno ecológico. Guardando las proporciones del caso, Guadalajara con Chapalita, no se queda atrás de Brasil, con Brasilia y Curitiba com o modelos de planeación y desarrollo urbano.

Desde el siglo pasado se constituyó como la colonia modelo de Guadalajara, gracias al acierto de don José Aguilar Figueroa como promotor y desarrollador y de don José Amezcua, como urbanizador. Julio DE LA Peña sostenía que el boom de las colonias residenciales del poniente, tuvo como detonante a Chapalita, y que varias de ellas asimilaron y aplicaron los conceptos, y distribución de areas verdes, y aplicaron la experiencia de Chapalita para el abasto propio del agua.


Guillermo Gómez Sustaita.

Origen y evolución de Chapalita

El ameritado urbanista Juan Palomar y Arias afirmó que la colonia Chapalita, era de lo poco bien hecho que se hizo en la ciudad para vivir mejor (durante el siglo XX ) Esta apreciación coincide en que la implantación de Chapalita en el lugar que ocupa fue un factor que ayudó a determinar la geografía social de la capital Tapatía en el siglo XX, pues inclinó al poniente, la primera y más relevante migración en la centuria de la gente pudiente que vivía en el centro, y a la vez, de la clase media tapatía que estaba consolidándose en los años 50 y que aspiraba a vivir mejor.

Inspirada por las míticas ciudades jardín (arden city ) del renombrado urbanista ingles Ebenezher L. Howard, tan conocido en Estados Unidos por su concepto de los fraccionamientos asentados dentro de jardines, Chapalita quedó significada desde sus inicios por la profusión de areas verdes y su distribución radial, y eso le confirió una personalidad única que aún detenta y que detona orden, planeación y bienestar social.

A sus 60 años sigue siendo funcional, ordenada, un hábitat con buena calidad de vida. Don José Aguilar Figueroa, y don José Amezcua Rivas, fueron coincidentes en su anhelo por generar un nuevo espacio urbano de alta factura y que representó dos rupturas históricas con el pasado de Guadalajara: una, al no seguir la traza cuadriculada o de manzaneo, impuesta desde 1542 cuando la fundación de la ciudad (prevaleció nada menos que cuatro siglos ). La otra, con el modelo copiado a Francia durante el porfiriato y que fue moda tanto para las colonias residenciales como para los barrios más decentes. La Francesa y el Pilar fueron los últimos exponentes. José el empresario y José el ingeniero, también fueron muy convergentes, cada uno en su ramo y proceder, en simple y llanamente hacer bien las cosas.

Precursor del desarrollo urbano

Uno de los afanes de el fundador de Chapalita, fue crear un desrrollo urbano diferente acualquier otro en Guadalajara. Se percató que urbanizar predios rústicos prometía ser un buen negocio. Esto cuando ni se pensaba lo rentable que llegaría a ser el mercado de bienes raíces.

Oriundo del sur de Jalisco, sobrino de mártir San Rodrigo Alemán Aguilar, y del comerciante don Apolonio Aguilar, coprotagonista de las coplas satíricas del Anima de Sayula, conocía de varios negocios e ingeniería. Estudió en la Universidad de Wisconsin, compró a la familia Ruiz Salgado un potrero de 100 hectáreas al lado del Ferrocarril del Pacifico, sobre la carretera a México, con el dinero que recibió por la liquidación de la firma " Aguilar Hermanos " de su familia la que compró la villa "El Manglar " ubicada en la ribera del lago de Chapala y donde don Porfio pasó varios periodos de vacaciones cuando gobernó México.

Pagó a menos de 20 centavos el metro cuadrado, debido a que esas tierras estaban por ser expropiadas con la Ley de la Reforma Agraria decretada por el presidente Lázaro Cárdenas. Consiguió que no fueran afectadas, por un certificado de inafectabilidad, expedido por la Presidencia de la República. Una prueba de su determinación. Don José adecuó una granja donde cultivaba maíz, papa, hortalizas y cacahuate. Fue cuando se dio cuenta de los mantos acuíferos de lugar. Tenía una gran pila de agua, donde crió patos, gansos y la siembra de peces. Esa granja estaba ubicada en lo que es hoy avenida López Mateos . Fue conocida como Chapalita y de la denominación existe la versión, que su familia da por oficial; tiene que ver con la añoranza que manifestaba don José por la finca en el lago de Chapala.

El arquitecto Vicente Saborio menciona que el rumbo donde se asentó Chapalita pertenció en la época prehispánica a una comunidad indígena que unos antrópologos identificaron como "chapali" ( lugar de tierra, sol, y agua ) relacionada con los vestigios de Ixtepeté. Don José Amezcua Rivas era conocido en Guadalajara por su experiencia en el ramo de la urbanización. Urbanizó las colonias Atemajac y la Experiencia, y los fraccionamientos de la familia Somellera ( 1935 ) y el de Vallarta Poniente ( 1938 ).

También realizó obras en haciendas, ingenios, presas y colaboró en la construcción de plantas hidroeléctricas en la cuenca del Rio Santiago. Oriundo de Michoacán y egresado de la Universidad de Guadalajara en 1933 fue parte de una generación de connotados ingenieros tapatíos. Trabajó cerca del ingeniero Luis Ugarte, uno de los baluartes de la añorada de la Escuela Libre de Ingenieros.

El alcalde Jesús Landeros, le dio todo su apoyo. El Plano Regulador dejó una documentación muy puntual para la ciudad al haberse realizado estudios de diversa índole, como la primera cartografía aérea del municipio, que le fue útil al ingeniero Amezcua para el trazado de sus planos de la zona delimitada por la carretera de Morelia ( o avenida de Los Ingenieros ); la vía férrea a Ameca después la avenida Inglaterra y la Calzada de Las Torres ( actual Lázaro Cárdenas).

Desde octubre de 1942 el Ing. Juan Palomar y Arias, encargado entonces del Departamento de Planeación del gobierno del Estado, supervisó los planos de fraccionamiento. El, en lo particular consideraba que iba a transformar los conceptos del hábitat en Guadalajara.

Con vision y con determinacion

El país entero se conmocionó el 20 de febrero de 1943 con el surgimiento del volcán Paricutín. Al otro día Aguilar Figueroa y Amezcua Rivas, acudieron a la Dirección de obras Públicas de Guadalajara, confiando en obtener la aprobación del proyecto de urbanización.

Se necesitaba trazar los linderos, con la supervisión municipal, en particular el de la avenida Guadalupe que sería la primera vialidad de la colonia, y para la localización de la esquina NE de la Ciudad de los Niños que se ubicó en terrenos que pertenecían a don José Aguilar, don Salvador Vergara y la familia Javelly.

Luego que se aprobó el proyecto general, se acordó proceder al trazo de la avenida Guadalupe, siguiendo la dirección hacia el poniente de la calle Faustino Cevallos ( Niños Héroes ) se pidió al Director de Obras Públicas, Rafael Urzúa Arias, que facilitara un ingeniero de la dependencia para que el trazo tuviera validez; fue el ingeniero Jorge Albañez Alonso, que viendo su agenda dijo que en esa semana no podía que sería hasta la siguiente. Y Don José le preguntó: y ahorita que tiene que hacer? El sorprendido respondió, ¿ ahorita, pues nada ¿ entonces vamos ahorita, le respondió don José; El ingeniero Amezcua, proporcionó el aparato y don José los mozos y los estaladeros y todo lo que se necesitó. Al oscurecer ya se había llegado al os linderos de Chapalita. Así se inició la urbanización de la colonia Chapalita.

Basaron el trazo de la colonia al proyecto de la carretera a Morelia ( posteriormente Av. De los Ingenieros, y ahora Av. López Mateos ) se sabía que sería una de las principales avenidas de Guadalajara. Y al trazar la avenida Guadalupe se cruzó el bosque de Santa Eduviges y se creó así el poniente de la venida Niños Héroes.

Don José contrató al licenciado Augusto Valencia Araiza, su cuñado, como asesor jurídico, abrió una oficina provisional en Unión y Vallarta y sin tener conocimientos de publicidad emprendió su primera campaña promocional en varios medios.

Para las obras de las redes de agua y alcantarillado, se contrató al Ing. Juan Jiménez Romo y a don Salvador Ramírez. Las obras de terracería y pavimentación estuvieron a cargo de los hermanos, Refugio, Salomón, y Heliodoro Gonzales Aguilar.

Lo que animó mucho el sueño de don José, fue la abundancia de agua. Contrató al ingeniero Luis Vázquez de la Cerda para construir un pozo profundo y lo comprobó con asombro, al ver el caudal que brotaba de 8 pulgadas.don Severo Díaz Galindo, llamado padre científico de Guadalajara, sostenía que en el subsuelo del valle del Colli se extendía hasta el Cerro de Cuatro un" lago inmenso" de agua zarca clara y potable, que podía satisfacer un día las necesidades de la ciudad.

Años después y con estudios geológicos más completos se comprobó que esos acuíferos abarcan Jardines del Bosque, El Fresno, Jardines de la Victoria, Ciudad del Sol, y las Fuentes.

La superficie destinada para la primera sección comprendió al final 600, 740 metros cuadrados. La superficie destinada a vías públicas fue 133,327 metros cuadrados, con lo que el área de venta fue de 467,327 metros cuadrados. La solicitud para la venta de terrenos y construcción se turnó el 17 de noviembre de 1944 a la Dirección de Planeación y Obras Públicas y como se tenía todo en regla el ayuntamiento de Guadalajara emitió un dictamen favorable, el 27 de diciembre del mismo año. La comisión de nomenclatura del Cabildo tapatío aprobó los nombres de las calles que correspondían a personajes, sucesos y connotaciones guadalupanas.

Los primeros predios de esa sección se vendieron a 20 pesos metro cuadrado. Con un atractivo sistema que consistía en un enganche de diez por ciento y facilidades de pago a mediano o largo plazo y sin interés o comisiones por financiamiento.

Don Ernesto Camacho García, oriundo de Nochistlán Zacatecas, fue de los primeros agentes de ventas que tuvo el fraccionamiento y le tocó la suerte de fincar la primera casa, en la calle Primavera ( 12 de Diciembre actualmente ), aunque el primer comprador fue Alfonso Cesias, construyó su casa en un lote de 500 metros cuadrados por la calle de Aurora.

De Campestre a Urbano

El concepto del fraccionamiento era campestre, para granjas y la tendencia del uso de suelo era para zona urbana. Al respecto don Félix Díaz Garza, director del Banco Industrial de Jalisco, le planteó a don José Aguilar que reformara los planos y los modificara con lotes de menor superficie, acordes a las tendencias del crecimiento de la ciudad hacia el poniente.

Se vendieron terrenos de 500 a 1500 metros cuadrados. En seguida don José adquirió 300 hectáreas más y fundo así la segunda y tercera sección. Por último realizó la cuarta, ubicada de la Avenida López Mateos al oriente.

Por los 50's la tercera sección de la colonia era conocida como Los Angeles colindaba con el potrero Los Llanitos que pertenecía a Luis Candelario Gómez.

El emplazamiento de Chapalita quedó en medio de los municipios de Guadalajara y Zapopan, teniendo como eje divisorio la avenida de las Rosas. Don José promovió su fraccionamiento a nivel nacional; y atrajo a muchos compradores foráneos. De diversas partes del país, del interior de Jalisco, y al igual hubo compradores de la comunidad extranjera en la ciudad cuyos nombres constan en los primeros archivos de la colonia.

Adolf Horn, presidente de la Cámara Americana de Comercio, recuerda que la primera comunidad importante de norteamericanos en la ciudad se asentó en Chapalita y por el rumbo de Las Fuentes.

En el 47 sumió como gobernador el Lic. Jesús González Gallo, quien ofreció modernizar y hacer crecer la ciudad capital durante su administración. Y lo hizo alentando el desarrollo del poniente con muchas obras, como la ampliación de la salida a Morelia, Colima y Barra de Navidad.

La empresa compró un viejo camión de 2 pisos que alguna vez circuló por las calles de Londres, Inglaterra y que cubría un circuito gratuito a Chapalita. Era como un paseo dominical al campo y había juegos mecánicos para los niños en la glorieta que al paso del tiempo se convirtió en el corazón de la colonia.

Proyecto Razonable y Factible

Chapalita cumplió sus primeros diez años prácticamente urbanizada, con todos sus servicios básicos funcionando. Comprendía calles, guarniciones, banquetas, electrificación, arbolados, áreas recreativas, así como posos propios y redes de agua potable y alcantarillado ( con ductos de concreto únicos en la ciudad ). Se tenían ya 34 líneas telefónicas y el servicio de camiones de la Centro Colonias y se estaba gestionando un sitio de taxis y la instalación de semáforos en la avenidas Las Rosas y Guadalupe. Previendo que la colonia sería un día zona de paso a otras colonias, los urbanizadores trazaron avenidas de seis carriles como Guadalupe sin menoscabo de un amplio camellón bellamente arbolado. Sucedió igual con Lázaro Cárdenas cuyo trazo actual se debe a los fundadores de la colonia.

Fue entonces que cobró vigencia la Ley de Fraccionamientos Urbanos que fuera promulgada por el gobernador Agustín Yáñez el 8 de agosto de 1953 y bajo la observancia de sus ordenamientos el Cabildo de Guadalajara autorizó en su sesión de 28 de octubre de 1955 en forma definitiva, la recepción de obras del fraccionamiento, administrado por la empresa "Chapalita Ciudad Jardín S.A." con oficinas el la avenida 16 de Septiembre 140, despacho 101, teléfono Ericsson 61-53.

En esos años el municipio no prestaba del todo servicios de vigilancia pública. Los hermanos Juan y Ernesto Camacho se hicieron cargo del asunto, pero se decía que le preocupaban más los coyotes y tejones provenientes del rumbo del Colli que los ladrones o malvivientes que se aventuraban a internarse en Chapalita.

Para 1956 la ciudad se había extendido más allá de Los Arcos, estaban construyendo La Minerva y Luis Barragán había concluido la urbanización de Jardines del Bosque. El desarrollo del poniente iba a alcanzar pronto a Chapalita.

Chapalita contaba en la tercera sección con tres posos de 70 metros de profundidad, que aportaban 100 litros de agua por segundo.

Y en honor a ese recurso don José emprendió en 1946 una monumental fuente, La Hermana Agua, en la confluencia de las avenidas Las Rosas e Ingenieros, y que fue uno de los emblemas más conocidos y apreciados de Chapalita. De noche estaba iluminada.